Esta SAS+ busca crear un contexto que brinde una mayor protección a los y las activistas y defensores del medio ambiente, derechos humanos, defensores de los derechos y representantes de los pueblos indígenas, afrohondureños y comunidades y otras causas relacionadas con la observancia y aplicación de la justicia en favor de los derechos inalienables de las personas trabajando en el país. Para esta SAS+ por “defensores de DDHH” se entiende:

Cualquier persona, sin importar su género, edad, origen, cualificación profesional, pertenencia a cualquier tipo de organización pública, privada o de la sociedad civil; que cumpla con los tres requisitos esenciales de:

• defender, promover o proteger derechos humanos o del medio ambiente y su entorno social;

• desarrollar su labor de defensa de derechos desde la no violencia; y

• aceptar el carácter universal de los derechos humanos (Definición basada en documento OACNUDH).

A pesar de los recientes importantes avances del Gobierno de Honduras en materia de protección de los derechos de las personas defensoras de derechos humanos (DDHH), aún el país sufre una grave situación de violencia y violaciones de DDHH como consecuencia de actividades ilegales vinculadas al sector extractivo y de explotación de recursos naturales, como la minería y producción de energía, que resultan en amenazas,

hostigamientos y actos de violencia en contra de líderes campesinos y defensores y defensoras indígenas por su oposición a proyectos turísticos, agrarios, mineros o hidroeléctricos que afectan sus tierras, territorios o recursos naturales. Esta situación se ve aún más agravada en el caso de mujeres defensoras de los derechos humanos.

Previamente a decidir dónde implementar un proyecto, es de suma importancia evaluar la si existen conflictos activos por el acceso a tierras o recurso naturales que puedan tener alguna injerencia. Para ello es vital consultar con las organizaciones ambientalistas y de DDDHH con presencia en el territorio objetivo. De lo contrario, existe el riesgos de crear nuevos conflictos y enfrentamientos con la población locales, o bien agravar otros existentes, ya sea por afectar tierras en disputa, dificultar el acceso a un recurso natural ya escaso (ej. agua), etc.

Para ello, esta SAS+7 propone que como parte del diseño de proyectos climáticos se consideren medidas como:

• Realizar un mapeo de las distintas organizaciones y defensores y defensoras que están activos en el área de influencia del proyecto;

• Estudiar las situaciones de violencia existentes en el área de influencia del proyecto, causas y abordaje de la problemática;

• Consultar específicamente las situaciones relacionadas con conflictos estructurales, recurrentes y presentes en área, con organizaciones y líderes con presencia en el área de influencia del proyecto;

• Implementar un mecanismo de Información y atención a reclamos específicos para determinados actores en riesgo o determinadas actividades con potencial de generar conflicto;

• Considerar especialmente este flagelo en el proceso de identificación de riesgos del proyecto, y proponer medidas específicas para evitarlos, a la vez de contribuir activamente con la causa de esta salvaguarda 7, como por ej. a través de campañas de concientización y otros.